Las altas temperaturas registradas en todo el Arco Mediterráneo durante las últimas semanas de septiembre y primeras de octubre, han condicionado la fase de plantación de la fresa. Esta realidad «pone de manifiesto la necesidad de contar con variedades rústicas que, a pesar de una menor acumulación de horas frío en vivero y con temperaturas elevadas en la fase de plantación, tengan un buen y rápido enraizamiento». En este sentido, el futuro del sector de la fresa pasa por disponer de materiales rústicos, característica que define en su totalidad el programa varietal de Plant Sciences y Berry Genetics, gestionado en el sur de Europa y Norte de África por El Pinar; «variedades que permiten solventar esos momentos de estrés, sin mermas en la calidad ni en la productividad de la planta».

En este sentido, Victory e Inspire continúan su desarrollo en todo el Arco Mediterráneo gracias a la rusticidad antes mencionada y a la calidad de sus frutos. En el caso de Victory, «los agricultores siguen apostando de igual forma en los mercados de Huelva y Marruecos, donde las altas temperaturas han alargado el periodo de plantación, registrándose un éxito de implantación muy elevado. Igual comportamiento ha tenido en Italia y Grecia, mercado este último donde es líder en su segmento por esa misma rusticidad». Por su parte, Inspire «sigue cosechando éxitos confirmando su crecimiento y liderando el mercado premium en Italia en el mercado abierto, como en España y Marruecos, bajo la gestión de Club».

Y sin perder de vista esta rusticidad y una mayor adaptación a las elevadas temperaturas de la zona de producción de Italia, El Pinar está realizando ensayos con nuevas variedades, para ofrecer a este mercado nuevas tipologías de planta y ciclos productivos.

Las primeras fresas de las variedades de esta empresa llegarán a los mercados a finales de noviembre/primeros de diciembre, en fechas similares a ejercicios anteriores, a pesar del retraso en las plantaciones, precocidad posible gracias a la rusticidad y el rápido enraizamiento.

Pero en este ejercicio, no solo ha sido determinante esa rusticidad de las variedades de El Pinar, también lo ha sido la implementación de una serie de prácticas en vivero y un enfoque de campaña muy adaptado a cada zona de producción. «Hemos llevado a cabo un manejo muy controlado en vivero para alcanzar una maduración óptima a pesar de las altas temperaturas. Además, el arranque y la entrega de la planta se ha realizado en función de las condiciones climáticas de cada zona de producción, cuando las temperaturas eran las adecuadas para el enraizamiento», ha indicado Jorge Muñoz, responsable comercial de El Pinar.

Gracias a la ampliación y diversificación de las zonas de vivero, El Pinar ha incrementado en un 10% el volumen de planta comercializada, suministrando una media de 9 millones de plantas diarias a sus clientes de España, Marruecos, Grecia e Italia, sin cortes en el suministro.

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